I'm The Leader Of The Gang 1974
Al final terminé liderando muchas pandillas, o ¿quizás no lideré ninguna?
He pensado mucho lo adecuado o no adecuado de escribir sobre esta canción, y más como está ahora el tema de censuras hacia artistas, que son abusadores, maltratadores, violadores u otras lindezas. Creo que el autor de esta canción, al que no voy a nombrar por respeto a sus víctimas, actualmente está en prisión por la comisión de varios delitos sexuales: intento de violación, asalto indecente y por mantener relaciones sexuales con una niña menor de 13 años. Pese a todo, voy hablar de I'm The Leader Of The Gang, ya que esta canción fue significativa en un momento concreto de mi vida y porque en última instancia, las creaciones artísticas dejan de ser propiedad de sus autores y pasan a formar parte de los ciudadanos, que se las apropian.
The Ballroom Blitz (1973)
Cuando el glamour llegó al rock éramos unos adolescentes, que quedamos prendados no solo de su estética y su frescura, sino de sus potentes sonidos.
Esta es la tercera entrada que escribo sobre el Glam Rock. Elegir canciones, como ya he indicado en varias ocasiones, nunca es fácil. Muchas canciones escuchábamos en aquella época, no solo las más recordadas hoy, sino la casi totalidad de lo que era asequible en nuestras privilegiadas circunstancias (Hoy, con la existencia de plataformas como Spotify, resulta difícil de entender las dificultades existentes para escuchar MÚSICA en aquella época). Prácticamente devorábamos todos los discos que se iban publicando: Bowie, Gary Glitter, Kiss, Roxy Music, Slade, Sweet, T. Rex, (...)
Waiting For The Break Of Day (2018)
Me gusta Sting porque hace lo que quiere al margen de los intereses de las productoras. Algunos dicen que estos nuevos temas no han convencido a nadie, pues a mí sí.
Hoy abro una nueva sección (aunque realmente ya empecé con temas de actualidad con la canción Solo si es contigo de Bombai-Bebe, pero entonces no tenía intención de abrir una nueva sección,hoy sí), que voy a denominar Actualidad, dedicada como su propio nombre indica no a la música de mi pasado sino a la de mi presente y futuro, que todavía me queda mucho. Y lo voy a hacer con todo un clásico Sting y una canción especial Waiting For The Break Of Day de un álbum Sting and Shaggy 44/876, que acaba de publicar.
Google me avisó el viernes de su publicación y me he pasado parte del fin de semana escuchando el disco, un álbum típico de colaboración de Sting, en este caso formando dúo con Shaggy, cantante jamaicano de reggae, con algunos éxitos como Boombastic, el cover del archiconocido In the Summertime, The Train is Coming o Angel. Lo que me gusta de Sting es que hace la música que le apetece al margen de las tendencias que marcan las productoras musicales y en general con una gran calidad.
Después de darle muchas vueltas al disco, nunca mejor dicho, me he decidido por Waiting For The Break Of Day, es la que más me gusta frente a la canción promocional Don’t Make Me Wait, que también está estupenda. Bueno en general el disco me gusta mucho.
Lluvia de mayo 1996
Cuando tengas un rato, solo cuando tengas un rato de paz y seas capaz de parar el tiempo, siéntate sola o solo a escuchar esta canción.
Estaba acostumbrado a relacionar a Luis Pastor con aquellas canciones de mi época reivindicativa, es decir con la denominada canción protesta. La verdad es que había dejado de preocuparme por realizarle un seguimiento, eso sí, yo seguía cantando sus viejas canciones de siempre Parábola sobre el Billar, Nanas para traer un niño al mundo, Canción Marinera, Ser flor de mi pueblo, Canto de la palabra inmortal, Vengan a ver, Fidelidad, Vamos juntos compañero, Amar es combatir, y otras tantas. Pues eso estaba acostumbrado a ese Luis Pastor, cuando me calló en mis manos un disco suyo titulado Diario de abordo, que me quedó tan sorprendido como admirado, sencillamente me enamoró.
Es un disco con canciones para escuchar sin prisa, sin estar pendiente de otras cosas, son delicias líricas transformadas en canciones son música que embriaga son como el propio Luis Pastor afirmó «Relatos de un náufrago frente a las cosas de la vida. Reflejos del alma en los acantilados del ser. Soledad asumida, soledades compartidas. Mar en calma. Mar de lágrimas. Islas recorridas a la búsqueda de la felicidad. Dulces besos. Dulces canciones. Reflejos de agua...».
Poco más que decir, he escogido Lluvia de mayo, sencillamente porque es la canción que más me gusta y punto.
El pueblo unido jamás será vencido (1974)
Corría el año 1975, no recuerdo con exactitud si ya había muerto el caudillo o estaba a punto. Eran años revueltos, en los que descubrí una nueva realidad política, una nueva forma de afrontar la realidad. que de alguna manera extraña había ido anticipando en mi infancia. Y con todo ello, conocí esta canción, El pueblo unido jamás será vencido de Quilpayún.
El movimiento de la izquierda estaba por todas partes, bullía alrededor nuestro. Militantes de partidos clandestinos, curas comunistas con un cristianismo de nuevo cuño, misioneros que nos hablaban de injusticias y pobreza, de dictaduras y de revolución. Y allí estábamos nosotros, alucinando, entusiasmados con la posibilidad de participar en la construcción de un nuevo futuro, dispuestos a emprender la revolución cuando fuera necesario. Todavía recuerdo nuestros planes para ir a Chile y participar en el derrocamiento de Pinochet.
La dictadura chilena era nuestra referencia, nos la habían contado de primera mano, nos la habían mostrado en documentales. Las imágenes del asalto al Palacio de la Moneda, de Salvador Ayende con el casco puesto y su AK-47 colgado del hombro, el asesinato de Víctor Jara, los miles de presos encarcelados en el Estadio Nacional. Creo que esas imágenes no se borrarán nunca de mi memoria. Todo eso hizo de la situación chilena se convirtiera en todo un mito para nosotros y que Pinochet fuera el dictador más odiado. Nuestra juventud, nuestro romanticismo idealista hizo el resto.
Hoy ya pasados muchos años, nuestras ansias de revolución se han apagado, quizás convencidos de que la revolución no es posible, de que como diría un castizo "nos tienen cogidos por los güevos". Quizás por eso, en el día siguiente a la celebración de la República, es bueno que no espoleemos y nos sacudamos nuestra relajación. Es bueno que dejemos de pensar, que todo está OK, porque realmente no lo está. No es cuestión de volver a los conceptos del pasado, hay que repensar la revolución desde las nuevas circunstancias en las que nos encontremos y quizás necesitemos mentes más jóvenes, con una nueva visión más ajustada a las nuevas circunstancias. El futuro es de los jóvenes, porque los jóvenes son el futuro. A nosotros lo que nos queda empujar desde la retaguardia, que no es poco.
Por eso hoy quiero recordar con esta canción, de tan grato recuerdo. Esta canción que cantamos tantas veces con las mandíbulas tensas, las venas henchidas de pasión y el corazón latiendo a mil por hora. Que recordemos todas aquellas cosas, que teníamos tan claras y hemos ido olvidando. Que esta canción sea un recuerdo que nos empuje hacia el futuro. El pueblo unido jamás será vencido.
Dust in the Wind (1978)
¿Acaso somos algo más más que polvo en el viento?
Hay canciones que en tu vida han sido icónicas, Dust in the Wind es una de ellas. Realmente fue una canción de éxito, aunque Kansas no fue un grupo de éxito continuado. Esta canción mítica, que se fue número uno por todos los lados, permitió a Kansas convertirse en uno de los grupos rock de mayor éxito de su época. Recuerdo como hablábamos de Kansas como un grupo especial y de Dust in the Wind como una canción que tenías que tener en tu repertorio, cuando tocabas la guitarra.
La canción lo tenía todo para poder tocarla en cualquier momento, un sencillo acompañamiento de arpegios con acústicas, varias voces (que casi siempre teníamos a nuestra disposición ) y solo nos faltaba el violín, del que evidentemente no disponíamos, pero a pesar de que juega un papel importante en la canción, nosotros pasábamos obligados de él y no obstante triunfábamos entre nuestros fans.