Categoría: "Juventud"
El pueblo unido jamás será vencido (1974)
Corría el año 1975, no recuerdo con exactitud si ya había muerto el caudillo o estaba a punto. Eran años revueltos, en los que descubrí una nueva realidad política, una nueva forma de afrontar la realidad. que de alguna manera extraña había ido anticipando en mi infancia. Y con todo ello, conocí esta canción, El pueblo unido jamás será vencido de Quilpayún.
El movimiento de la izquierda estaba por todas partes, bullía alrededor nuestro. Militantes de partidos clandestinos, curas comunistas con un cristianismo de nuevo cuño, misioneros que nos hablaban de injusticias y pobreza, de dictaduras y de revolución. Y allí estábamos nosotros, alucinando, entusiasmados con la posibilidad de participar en la construcción de un nuevo futuro, dispuestos a emprender la revolución cuando fuera necesario. Todavía recuerdo nuestros planes para ir a Chile y participar en el derrocamiento de Pinochet.
La dictadura chilena era nuestra referencia, nos la habían contado de primera mano, nos la habían mostrado en documentales. Las imágenes del asalto al Palacio de la Moneda, de Salvador Ayende con el casco puesto y su AK-47 colgado del hombro, el asesinato de Víctor Jara, los miles de presos encarcelados en el Estadio Nacional. Creo que esas imágenes no se borrarán nunca de mi memoria. Todo eso hizo de la situación chilena se convirtiera en todo un mito para nosotros y que Pinochet fuera el dictador más odiado. Nuestra juventud, nuestro romanticismo idealista hizo el resto.
Hoy ya pasados muchos años, nuestras ansias de revolución se han apagado, quizás convencidos de que la revolución no es posible, de que como diría un castizo "nos tienen cogidos por los güevos". Quizás por eso, en el día siguiente a la celebración de la República, es bueno que no espoleemos y nos sacudamos nuestra relajación. Es bueno que dejemos de pensar, que todo está OK, porque realmente no lo está. No es cuestión de volver a los conceptos del pasado, hay que repensar la revolución desde las nuevas circunstancias en las que nos encontremos y quizás necesitemos mentes más jóvenes, con una nueva visión más ajustada a las nuevas circunstancias. El futuro es de los jóvenes, porque los jóvenes son el futuro. A nosotros lo que nos queda empujar desde la retaguardia, que no es poco.
Por eso hoy quiero recordar con esta canción, de tan grato recuerdo. Esta canción que cantamos tantas veces con las mandíbulas tensas, las venas henchidas de pasión y el corazón latiendo a mil por hora. Que recordemos todas aquellas cosas, que teníamos tan claras y hemos ido olvidando. Que esta canción sea un recuerdo que nos empuje hacia el futuro. El pueblo unido jamás será vencido.
Dust in the Wind (1978)
¿Acaso somos algo más más que polvo en el viento?
Hay canciones que en tu vida han sido icónicas, Dust in the Wind es una de ellas. Realmente fue una canción de éxito, aunque Kansas no fue un grupo de éxito continuado. Esta canción mítica, que se fue número uno por todos los lados, permitió a Kansas convertirse en uno de los grupos rock de mayor éxito de su época. Recuerdo como hablábamos de Kansas como un grupo especial y de Dust in the Wind como una canción que tenías que tener en tu repertorio, cuando tocabas la guitarra.
La canción lo tenía todo para poder tocarla en cualquier momento, un sencillo acompañamiento de arpegios con acústicas, varias voces (que casi siempre teníamos a nuestra disposición ) y solo nos faltaba el violín, del que evidentemente no disponíamos, pero a pesar de que juega un papel importante en la canción, nosotros pasábamos obligados de él y no obstante triunfábamos entre nuestros fans.
Put Your Head On My Shoulder (1958)
Pon tu cabeza en mi hombro y arrópame con tus brazos.
Hay cosas con las que uno soñaba cuando era adolescente. Una de ellas era que, cuando encontrara a la chica de mis sueños en la disco, sonara esta canción (Put your head on my shoulder) y entonces al mirarnos a los ojos, desearíamos bailar juntos y entonces ella pondría su cabeza en mi hombro y me arroparía con sus brazos.
Pero lo cierto es que en las contadas veces que fui a la disco nunca apareció la chica de mis sueños y si apareció no quiso bailar conmigo, ni sonó la canción (no la pinchaban mucho por aquel entonces) y las chicas difícilmente ponían la cabeza en tu hombro y mucho menos te arropaban con sus brazos. Más bien colocaban sus manos en tu nuca, de tal manera que sus brazos formaban una barrera infranqueable entre tu cuerpo y el suyo. Ciertamente eran otros tiempos en los que había que guardar las distancias y huir del pecado. Lo importante era el recato.
Cuerpo de ola (1975)
¡Qué metáfora más preciosa para una historia tan terrible!
¿Puede haber una canción con una historia tan terrible y vil y que, sin embargo, a causa de su lirismo nos aparezca como una dulce y melodiosa canción? Esa canción es Cuerpo de ola de Hilario Camacho.
Hace ya unos días que me vino a la mente esta canción, y pensé hacer una referencia de la misma en este blog, pero la verdad es que la he ido dejando y he publicado otras cosas. Quizás el motivo ha sido esa historia tan triste. Pero es que la canción es ¡tan maravillosa!, que tengo que escribir sobre ella, aunque su historia me desgarre el alma.
Cuerpo de ola es una canción que he cantado infinitas veces acompañado de mi guitarra (un instrumento con cuerpo de ola). En ella se narra la tremenda historia de un incesto realizado por un padre posesivo y celoso, que termina por violar a su propia hija.
Pese a todo, la canción muestra ternura, quizás porque la crudeza de esta vil acción queda mitigada por un cúmulo de sutiles metáforas, que terminan por convertirla en una hermosa canción.
Publicada en el álbum De paso, un disco realmente genial, aunque mucha gente tardamos en conocerlo, y llegamos hasta él después de descubrir Estrella del Alba, otro disco de Hilario Camacho fundamental en el rock progresivo hispano.
Free bird (1973)
Rock sureño para un pájaro libre
¿Cuál es la canción con un mejor solo de guitarra? Sobre gustos no hay nada escrito, así que es probable que no nos pongamos de acuerdo en cuál es el mejor solo de guitarra, pero seguro que si hacemos una lista, coincidiremos en bastantes de ellos. Free bird, de Lynyrd Skynyrd, es seguramente una de las canciones en la que muchos concidiriamos.
Personalmente, Free bird siempre me pareció una fabulosa canción, con la que desde un principio quedé alucinado escuchando primero los slides, luego ese punteo de guitarra, que termina por convertirse en un duelo febril y alucinante de guitarras, y finalmente esa especie de extasis de guitarreo a tres bandas con el que finaliza la canción. Realmente una canción para setirse libre como un pájaro. La he escuchado tantas veces que me se sus distintas versiones de memoria. Sencillamente, me parece una de las imprescindibles
La canción fue evolucionando a lo largo de diferentes versiones. Yo he escogido la versión en directo del concierto de Oakland en el 1977, año en el que un acidente de aviación cambio el curso del grupo, sobre todo a causa de la muerte de Ronnie Van Zant, cantante del grupo, Lynyrd Skynyrd terminó por disolverse en el 78, y aunque posteriormente se unieron con nuevas formaciones, ya no volvió a ser lo mismo.
Te recuerdo Amanda (1969)
¡Cuántas veces recordamos a Amanda y al pobre Manuel! En aquella época el mundo nos parecía más injusto que lo que nos parece hoy. Entonces éramos jóvenes, pero hoy el mundo sigue siendo injusto, al menos igual de injusto.
El otro cantar era el título de un cancionero, que me regalaron allá por el año 75, estando en la Universidad Laboral de Zamora. Este cancionero, editado por Ediciones Don Bosco, incluía un tipo de canciones diferentes a los temas populares, que se escuchaban en los diferentes medios, y que planteaban la necesidad de un cambio social y político, denunciando injusticias y mostrando el sin sentido de la sociedad de la época.
Existía pues otro cantar, cantares con los que me impliqué con la idea y la necesidad de transformar la sociedad. Así que, con mi guitarra colgada me iba a todas partes, como si fuera Víctor Jara, cantando canciones que hablaban de revolución, de derechos y libertades y de cosas por el estilo. También revolucionarias canciones de amor como Te recuerdo Amanda. Gran parte de la destreza que logré con la guitarra en esta época se lo debo a este tipo de canciones.