Categoría: "Palencia"
La moto 1966
Hace unos días era la escoba, ahora le toca el turno a La moto, otra de las canciones muy populares en la época de mi infancia. Aunque no tengo muy claro, que por aquella época, yo quisiera una motocicleta, más bien el objeto de mi deseo era una bicicleta (Yo no quiero bicicleta, no me gusta importa pedalear), que lamentablemente no conseguí. Pero no por ello terminé frustrado. Ya se sabe los niños de aquella época éramos duros y teníamos mucha resistencia a la frustración. Lo malo es que pasados unos años tampoco conseguí la motocicleta.
El caso que esta canción de Manuel Díaz, no sé a quién se la escuché primero a Los Bravos o primero a Los Pasos, ya que ambos grupos grabaron este tema no sin estar exento de polémica ya que parece ser que en principio Los Pasos iban a grabarlo primero, pero esta grabación se paró hasta que Los Bravos sacaran al mercado su versión.
Yo me he unido a los ganadores y he puesto el vídeo de la versión de Los Bravos, que eso sí, fueron más populares.
La escoba 1965
Otra de las canciones que creo recordar dentro de las primeras experiencias musicales fue La escoba de Los Sirex. Aún recuerdo cuando cantaban esta canción mis vecinos y vecinas jóvenes, aunque más mayores que yo, y cómo se iban contagiando unos con otros al escucharse cantar, y al final se formaban verdaderos coros. Pero claro entonces las comunidades de vecinos eran otra cosa.
¡Si yo tuviera una escoba!
En el lago 1975
Esta canción de Triana junto con Ábreme la puerta fueron las canciones que más me gustaron del LP El Patio, que viene a ser el primer disco representativo del rock andaluz en la época de la transición. La canción se publicó en el 75. Creo recordar, si no me engaña la memoria, que tuve la oportunidad de escucharla en las 15 horas de rock que se celebraron en el mes de julio de 1975 en Burgos, en el denominado por la prensa conservadora festival de la cochambre.
Lo cierto es que el festival debió causar sensación, por no hablar de pavor, en una ciudad tan conservadora (ciudad por aquellos tiempos tan clérigo-militar). Yo la verdad es que no me enteré de nada, estaba alucinado por poder disfrutar de aquel evento, pero algo de eso debió de acontecer en la sociedad burgalesa, teniendo en cuenta lo que pude leer días después en la revista musical Vibraciones.
Word (1968)
Pocas canciones extrajeras escuché en mi infancia, las radio fórmulas no eran muy proclives a poner temas extranjeros y por entonces, a mi edad y en una ciudad de provincias, no había muchas más posibilidades de escuchar música. Sin embargo, a veces están los hermanos mayores de los amigos. En este caso, resulta que el hermano mayor de mi amigo Melo (Carmelo) tenía un disco de grandes éxitos (Best of Bee Gees), por supuesto de los Bee Gees.
Los Bee Gees era un grupo desconocido para nosotros, ni siquiera sabíamos que eran australianos y siempre pensamos que eran ingleses. Para mi amigo Goyo tenían mejor pinta que los Beatles, menos mal que por aquella época no habíamos conocido a los Stones, jejeje. Así que se convirtieron en nuestro grupo extranjero favorito
De entre todas las canciones publicadas en este álbum recopilatorio de 1969 he escogido una canción, Word, muy tierna para un infante, aunque por aquella época no entendíamos ni jota de lo que decía la letra de la canción.
It's only words
La Yenka 1964
¿Quién no se acuerda de la Yenka? La Yenka, de los hermanos holandeses Johnny y Charley Kurt, fue el himno "yé-yé" por excelencia, o al menos así lo recuerdo yo. De hecho, terminó por convertirse en la canción del verano de 1965.
Infantes alocados (yé-yés) bailábamos al ritmo de: "Izquierda, izquierda, derecha, derecha, delante, detrás, un, dos, tres."
Sweet Jane 1974
¿Quién no recuerda su primer disco? Los que siempre han dispuesto de formatos digitales (cd, mp3, ...) quizás no lleguen a entender lo que significaba poder disponer de un plato o giradiscos y unos cuantos vinilos, como se dice ahora, aunque entonces les llamábamos discos (ya fueran single o LP). Disponer de un plato, posibilitaba seleccionar las canciones de forma sencilla, sin tener que avanzar o retroceder desesperadamente la cinta de cassette. Los reproductores de cassette estaban bien para la playa o el campo, pero en casa nada como un buen giradiscos.
En 1974 ya disponía de mi primer giradiscos, uno portátil que se comía los vinilos, era lo que había. Así que acudí a una tienda de discos para comprar mi primer disco. Por entonces uno podía pasarse una tarde en una tienda de discos escuchando las últimas novedades y departiendo con el dependiente. Tras un buen rato de sesudo análisis e intercambio de opiniones con el dependiente, salí de la tienda con el Rock and Roll Animal de Lou Reed.