Categoría: "Universidad"
Cena recalentada (1984)
Hay futuro, pero también dolor
Hay una cierta idea de que los 80 o la época de la movida era una época de canciones alegres y divertidas. Y si bien es cierto en parte, no lo es del todo. Pese a la apertura que trajo la transición y el consiguiente "disfrute de la vida", alegría y desenfreno, no todo fue una visión idílica de las cosas. Hubo también su cara amarga, o dicho de otro modo una visión más negativa de la realidad.
Sus letras más o menos ácidas, eran una especie de golpe bajo a la sociedad, quizás por eso se denominaron así, Golpes Bajos.
Frente a lo idílico y divertido existía también la frustración, el dolor, la desesperanza. Frente a lo intrascendente, frente a la levedad del ser, estaba la profundidad metafísica del sentido de la existencia, frente a lo irreverente estaba la solemnidad de lo trágico. Y luego, para remate de fiesta la voz de Germán Coppini, que les daba a las canciones ese aire misterioso, entre mágico y luctuoso.
More Than a Feeling (1976)
Es miércoles, pero cuando escucho esa vieja canción que ellos suelen tocar, comienzo a soñar
Hoy es miércoles, y voy en mi coche de vuelta a mi casa. Los miércoles no son un buen día, empiezan bien, pero no terminan bien, prefiero los lunes, aunque son mejor los jueves. Hoy es miércoles y vuelvo cansado, no me gusta como he terminado el día, nunca me gusta como terminan los miércoles. Hoy es miércoles y conduzco absorto en no sé qué, hay un perro vagando por la carretera de circunvalación, es un galgo, parece perdido buscando a su amo, terminarán atropellándolo. Hoy es miércoles en Rock FM han cambiado de canción, reconozco ese inicio, esos arpegios, esa voz, es Boston y uno de sus clásicos More Than a Feeling. Es miércoles, comienzan a sonar los slides de la guitarra, esos riffs entrecortados de Scholz, el bajo de Fran marcando como siempre y la voz de Brad Delp ya está dando marcha al estribillo: "It's more than a feeling (more than a feeling) / When I hear that old song they used to play (more than a feeling). / I begin dreaming (more than a feeling)".
Es miércoles, está nublado, pero parece que luce el sol y hasta es probable que encuentre aparcamiento a la primera. Hoy es miércoles, y no tengo nada más que decir, solamente "it's more than a feeling".
Whatever You Want (1979)
Para bailar en un centro comercial o donde tú quieras
Si digo Status Quo digo boogie rock, digo sonido de telecaster y ritmos con un bajo tremendamente marcado y digo Whatever You Want. Y la verdad, es que me da igual dónde suene la canción, porque me pongo a bailar cuando la oigo. Es lo que me sucedió la mañana de este pasado sábado en el Corte Inglés, cuando Whatever You Want sonó por la megafonía del centro comercial. Aunque a bailar, baila, no me puse como un loco, solo unos pocos pasos, unos golpes de cadera y meneos de cadeza y poco más. Creo que ya tengo cubierto el cupo de grabaciones de bailes en el Corte Inglés, no sé qué tiene este centro comercial que me provoca el baile.
Creo que empecé a escuchar a Status Quo en la laboral de Zamora, probablemente con canciones como Down, Down, más tarde también recuerdo What You're Proposing. Los Status eran potentes, muy potentes, no he perdido la imagen de los tres guitarras (Rick Parfitt, Francis Rossi y Alan Lancaster) moviéndose a unísono. Al final, ya en 1979, Whatever You Want, la canción que ha quedado grabada en mi mente junto al nombre Status Quo.
Don't Look Back (1978)
Cuando el calambrazo de un micro te muestra el camino a seguir
Vuelvo al año 1978, esto se está convirtiendo en algo recurrente, ya lo he dicho en otras ocasiones, el 78 fue un año especial. Así es que, olvidándome de la recomendación de la canción, miraré de nuevo atrás, de nuevo al año 78.
Don't Look Back de Boston fue una canción, que me presentó mi amigo Carlos, como una propuesta para las galas del grupo y creo que no la olvidaré en toda mi vida. La causa de ello no fue otra que el calambrazo que me propinó el micrófono en plena actuación, justamente al atacar el segundo verso del estribillo "I see beyond the road I'm drivin", y que me hizo ver el camino que debía seguir. Hasta tal punto llegó la cosa, que algunas personas del público consideraron el hecho y mi reacción como una muestra de mi pasión interpretativa (vamos que no se dieron cuenta del calambrazo, pero sí de mi reacción).
A partir de esta canción, Boston fue entrando en mi vida. Me llamó la atención esa especie de hard melódico, duro, potente, pero suave a la vez. Un rock perfectamente comercial, como lo demuestra que el álbum fuera uno de los 25 más vendidos en los años 1970, con más de 7 millones de copias.
El país de la luz (1978)
Hay veces en las que uno hace locuras.
El otro día hice una locura cuando paseaba a mi perro. Es posible que no tenga edad para hacerlas o quizás, porque ya tengo una edad, no me importa hacerlas. El caso es que, justo cuando me disponía a pasear a mi perro por la noche, me vino el recuerdo de una canción. No lo pude resistir y me fui a recoger mis auriculares, para buscarla en youtube y escucharla por la calle.
Hacía años que no la escuchaba y más años que no la cantaba. De pronto, me puse a cantarla acompañando la música, que sonaba a través de los auriculares. Me crucé con algunas personas por la calle, pero no fui consciente de que me miraran. Es más estaba tan sumido en la canción, que ni me importó ni me di cuenta de si estaba dando la nota. Los recuerdos del 78 volvieron a fluir de mi memoria, tan frecos como si no se hubieran ido, a la par que la melodía se filtraba en mis oídos y salía por mi boca. Como por arte de magia, fui capaz de reproducir aquellos acompañamientos vocales, que antaño realizaba junto a mi amigo Carlos.
Capitan Trueno 1978
Todo iría mejor si él estuviera aquí. ¡Ven Capitán Trueno!
Lo prometido es deuda. Esta canción me vino a la mente escribiendo el último post sobre otro tema de 1978. Y es que el 78 fue un año especial, entre otras cosas, comencé la universidad, se aprobó la Constitución y comenzamos a ser europeos, y además tuvimos dos nuevos Papas en poco tiempo.
Capitán Trueno, un tema mítico de Asfalto, es una referencia a aquel, no menos famoso, personaje de tebeo (nosotros entonces no deciamos comic), que tantas buenas cosas nos enseñó de chicos. El Capitán Trueno no era cualquiér héroe, era nuestro héroe. Un héroe con un estilo propio, que nada tenía que ver con la propaganda del régimen, al estilo de lo que sucedía con algunos otros héroes de la época.
El Capitán Trueno era un héroe en cierto modo progresista, tolerante con otras ideas y culturas, subversivo, pero justiciero y defensor de los débiles.