Categoría: "Zamora"
Cuerpo de ola (1975)
¡Qué metáfora más preciosa para una historia tan terrible!
¿Puede haber una canción con una historia tan terrible y vil y que, sin embargo, a causa de su lirismo nos aparezca como una dulce y melodiosa canción? Esa canción es Cuerpo de ola de Hilario Camacho.
Hace ya unos días que me vino a la mente esta canción, y pensé hacer una referencia de la misma en este blog, pero la verdad es que la he ido dejando y he publicado otras cosas. Quizás el motivo ha sido esa historia tan triste. Pero es que la canción es ¡tan maravillosa!, que tengo que escribir sobre ella, aunque su historia me desgarre el alma.
Cuerpo de ola es una canción que he cantado infinitas veces acompañado de mi guitarra (un instrumento con cuerpo de ola). En ella se narra la tremenda historia de un incesto realizado por un padre posesivo y celoso, que termina por violar a su propia hija.
Pese a todo, la canción muestra ternura, quizás porque la crudeza de esta vil acción queda mitigada por un cúmulo de sutiles metáforas, que terminan por convertirla en una hermosa canción.
Publicada en el álbum De paso, un disco realmente genial, aunque mucha gente tardamos en conocerlo, y llegamos hasta él después de descubrir Estrella del Alba, otro disco de Hilario Camacho fundamental en el rock progresivo hispano.
Free bird (1973)
Rock sureño para un pájaro libre
¿Cuál es la canción con un mejor solo de guitarra? Sobre gustos no hay nada escrito, así que es probable que no nos pongamos de acuerdo en cuál es el mejor solo de guitarra, pero seguro que si hacemos una lista, coincidiremos en bastantes de ellos. Free bird, de Lynyrd Skynyrd, es seguramente una de las canciones en la que muchos concidiriamos.
Personalmente, Free bird siempre me pareció una fabulosa canción, con la que desde un principio quedé alucinado escuchando primero los slides, luego ese punteo de guitarra, que termina por convertirse en un duelo febril y alucinante de guitarras, y finalmente esa especie de extasis de guitarreo a tres bandas con el que finaliza la canción. Realmente una canción para setirse libre como un pájaro. La he escuchado tantas veces que me se sus distintas versiones de memoria. Sencillamente, me parece una de las imprescindibles
La canción fue evolucionando a lo largo de diferentes versiones. Yo he escogido la versión en directo del concierto de Oakland en el 1977, año en el que un acidente de aviación cambio el curso del grupo, sobre todo a causa de la muerte de Ronnie Van Zant, cantante del grupo, Lynyrd Skynyrd terminó por disolverse en el 78, y aunque posteriormente se unieron con nuevas formaciones, ya no volvió a ser lo mismo.
Te recuerdo Amanda (1969)
¡Cuántas veces recordamos a Amanda y al pobre Manuel! En aquella época el mundo nos parecía más injusto que lo que nos parece hoy. Entonces éramos jóvenes, pero hoy el mundo sigue siendo injusto, al menos igual de injusto.
El otro cantar era el título de un cancionero, que me regalaron allá por el año 75, estando en la Universidad Laboral de Zamora. Este cancionero, editado por Ediciones Don Bosco, incluía un tipo de canciones diferentes a los temas populares, que se escuchaban en los diferentes medios, y que planteaban la necesidad de un cambio social y político, denunciando injusticias y mostrando el sin sentido de la sociedad de la época.
Existía pues otro cantar, cantares con los que me impliqué con la idea y la necesidad de transformar la sociedad. Así que, con mi guitarra colgada me iba a todas partes, como si fuera Víctor Jara, cantando canciones que hablaban de revolución, de derechos y libertades y de cosas por el estilo. También revolucionarias canciones de amor como Te recuerdo Amanda. Gran parte de la destreza que logré con la guitarra en esta época se lo debo a este tipo de canciones.
Celebration (1974)
Es muy probable que mucha gente no haya oído hablar de la Premiata Forneria Marconi (PFM). Algo que puede ser muy normal, ya que, aparte de dedicarse al rock progresivo, un tipo de música poco popular en este país, es una banda italiana, lo que la puede hacer todavía más desconocida. Pero pese a todo esto, la PFM convivió con las grandes bandas del rock progresivo de los años 70 y no les fue a la zaga.
Quizás alguien se pregunte, cómo un chico de provincias como yo, pudo llegar a conocer a esta banda. Ninguno de mis amigos de Palencia la conocía, ni creo que llegaran a conocerla. La razón de mi interés es sencilla, por un lado, la Universidad Laboral de Cheste fue, para mi, un manantial donde beber de las diversas fuentes musicales, no solo del Hard Rock, que fue la principal, sino también del rock progresivo y de bandas como Pink Floyd, Yes, Jethro Tull, The Moody Blues, King Crimson, Genesis o Emerson, Lake & Palmer. Por otro lado, siempre estaba Radio Nacional de España y su programa "Para vosotros jóvenes", en el que iban apareciendo diversos grupos musicales. La PFM fue uno de ellos y su nombre me llamó la atención. Era un nombre muy sonoro y tenia un aire diferente, así que empecé a investigar sobre ellos y comencé a seguirlos, hasta que me enganché a su música y terminé por convertirme en un friki (nadie escuchaba en mi ámbito a la Premiata Fornería Marconi).
Los cabras locas (1976)
Ayer murió Forges (Antonio Fraguas de Pablo). No se me ha ocurrido otra cosa para homenajear a tan insigne persona que utilizar un disco, que ya fue un homenaje, realizado por Luis Eduardo Aute y Jesús Munárriz junto con Rosa León, Teddy Bautista y Julia León. El disco se títuló Forgesound y se publicó en el año 1976.
Me ha costado un poco decidir que canción escoger, al final he escogido Los cabras locas, porque siempre me pareció muy divertida, no solo por el texto, sino también por la música, un charlestón, que es algo informal y divertido, como era el propio Forges.
Never Can Say Goodbye (1974)
Si no puedes decir adiós, di hasta siempre.
Hubo un tiempo en el que incluso escuchaba música disco. No es que la música disco me gustara mucho, pero era la que ponían en las discotecas, y, en aquella época, cuando uno era un adolescente, la disco era un lugar que se solía visitar. La disco era un lugar donde se podía intentar ligar y echarse unos bailecitos, de aquellos agarraos, con aquella chica de tímida mirada y cuerpo de ola. Aquella muchachita, que cuando nos sonría, o cuando nos miraba con aquellos profundos ojos negros, hacía que nuestro torrente sanguíneo se inundara de adrenalina y otros neurotransmisores.
Pero a la disco no se iba solo a intentar ligar y a bailar pegados (es bailar) como decía Sergio Dalma, también se iba a echar un rato y a mover el esqueleto al ritmo de música disco de mediados de los 70.