I am already a sixty year-old
Por Arturo de Porras Guardo elMay 5, 2018 | En15 M
Pues sí, parecía que no llegaba, pero llegó el momento por fin "to be in one's sixties". Dicho así en inglés queda más fino, pero no deja de ser lo mismo que un sexagenario, sesentañero o sesentón. Elijan ustedes la palabra que mejor les convengan, ya sea más dulcificadora o más irritante, no va cambiar la realidad de un hecho objetivo. Yo he querido utilizar la terminología inglesa, porque siempre he relacionado esta situación con una canción de los Beatles When I'm Sixty-Four.
Pero no tengan ustedes miedo, que no voy a escribir algo parecido a las Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso, ya me gustaría a mí disponer de la fluida y bella prosa y esa imaginación creadora de mi querido Delibes. Aunque en el fondo yo también soy un voluptuoso, ¿y quién no?
No sé por qué, desde pequeño, pensar en los sesenta fue algo que me llamó la atención y de alguna forma me producía cierta preocupación. ¿Cómo sería yo a los 60?, ¿un viejo cascarrabias tal vez? Cuando yo era chico, una persona de sesenta años me parecía tremendamente mayor, vamos un viejo que diríamos llanamente. ¿Qué sería de mi vida a los 60?, ¿por dónde andaría?, ¿qué personas me acompañarían?, ¿acaso estaría solo? Estas eran alguna de las cuestiones sobre las que yo me debatía en algunos momentos de mi infancia, más que en cualquier otra etapa de mi vida. Nunca me preocuparon los 40, en ningún momento sentí la tan famosa crisis de los cuarenta. Tampoco me preocuparon los 50. Los 60 eran una edad mágica para mi y esa edad me llamaba poderosamente la atención.
Unida a esta edad, siempre estuvo presente una canción When I'm Sixty-Four, de los Beatles y de mi álbum favorito, Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band. Muchos aspectos de mi vida están ligados a canciones, o tal vez yo de alguna manera, consciente o inconsciente, he relacionado o dotado de significado a algunos hechos de mi vida a través de canciones.
Creo que desde el primer momento que escuché está canción, tendría unos 10 o 11 años, quedó unida a mi preocupación por cumplir los sesenta. Así que siempre que la escuchaba, me venían a la mente esas cuestiones.
Bien ya han pasado muchos años desde entonces y ya soy más viejo, aunque se me ha caído el pelo, no ha sido demasiado. Creo que nunca me has regalado vino por San Valentín o por mi cumpleaños, pero me has dado otras cosas mucho mejores. Nunca me has cerrado la puerta, aunque haya sido más tarde de las tres menos cuarto. Se que aún me seguirás necesitando, y que aún me seguirás alimentando. Podremos dar paseos, aunque no sea domingo y alquilar alguna casita en un puerto de mar, aunque no sea en la Isla de Wright. Eso si, no vas a tener nietos, aunque si sobrinos nietos en tu regazo, bueno ya los has tenido. Y sé, que no necesito que me mandes una postal, ni que me des ninguna respuesta, porque tu respuesta ya me la diste hace mucho tiempo.
Pero bueno, en este momento tan especial, lo que yo quería destacar es que si he sido una persona afortunada y la vida me ha ido también, ha sido porque he estado acompañado por personas especiales que han posibilitado que mi vida haya sido una vida feliz. Y lo quiero hacer dedicándoles algunas canciones especiales para mi. Así que va por ellas.
Primeramente, a mis padres, porque no cabe duda que a ellos los debo todo.
"Ellos son Unforgettable (Inolvidables) eso es lo que son. Estén lejos o cerca, como una canción de amor que se aferra a mí, inolvidables en cada forma y para siempre. Es tan increible que personas tan inolvidables piensen que yo soy inolvidable también".
Me lo habéis dado todo y sé que a veces os hice la vida imposible. Papá, cuantas veces hemos discutido, muchas me he ido a la cama llorando por no faltarte el respeto. Mamá, he sentido el peso de tus temores y tus preocupaciones por mí, pero pese a todo, siempre he procurado llegar pronto a casa, para evitarte sufrimientos. Sois inolvidables y tengo la suerte de seguiros conservando.
En segundo lugar, a mi mujer, sobre todo por su gran capacidad para aguantarme. Aunque no lo parezca, no soy una persona con la que resulte sencillo convivir.
"Si me das a elegir entre tú y la riqueza, con esa grandeza que lleva consigo, ay amor, me quedo contigo. Si me das a elegir entre tú y la gloria, pa que hable la historia de mi por los siglos, ay amor me quedo contigo. Si me das a elegir entre tú y ese cielo, donde libre es el vuelo para ir a otros nidos, ay amor me quedo contigo. Si me das a elegir entre tú y mis ideas, que yo sin ellas soy un hombre perdido, ay amor me quedo contigo.
Pues me enamorado y te quiero y te quiero, y sólo deseo estar a tu lado, soñar con tus ojos, besarte los labios, sentirme en tus brazos. Que soy muy feliz".
Un día me dijiste o nos casamos o nos vamos a freír espárragos. Y nos casamos. Y porque desde entonces andas soportándome, haciéndome crecer y facilitándome la existencia, gracias mi chiqui.
En tercer lugar, a mi familia, a mis sobrinos y dentro de ellos a las niñas de mis ojos (mi dos sobrinas especiales, las que ellas ya saben), porque la vida nos ha hecho o nos a permitido compartir muchos momentos juntos. Porque por circunstancias, me ha tocado asumir, con sumo gusto, ciertos roles que en principio no me correspondían.
No sabía que canción escoger y he escogido Califormina Dreamin' porque mi familia es como el Calor que California puede ofrecerte en días de invierno. Además, porque la canción siempre me anima un montón.
Ciertamente han sido como un sueño de Californía, aunque en mi vida no todas las hojas de los árboles hayan estado marrones, ni el cielo siempre haya sido gris. Poder encontrarme con ellos de manera directa me ha permitido disponer de una oportunidad a la que había renunciado conscientemente. Hemos viajado juntos, convivido en juegos y experiencias. Incluso el verano pasado hemos compartido piso, hasta tal punto que no nos han dejado solos ni un minuto. Les he escoltado en sus alegrías, sus desvelos, sus estudios y sus anhelos. Y ahora tengo la oportunidad de compartir sus hijos y poder tenerlos en mis brazos como si de verdad fuera abuelo. Realmente, no necesito soñar con California, porque mi vida no transita en invierno y ellos junto al resto de mi familia son como el calor de California.
En cuarto lugar, a mis amigos, los de toda la vida, aunque el curso de los acontecimientos nos haya separado, seguiremos estando juntos en el corazón y en la mente.
"Decir amigo es decir juegos, escuela, calle y niñez". Decir amigo es decir familia creada, para forjar nuevos lazos cuando los que siempre te arroparon fueron rotos por la distancia. Decir amigo es decir tardes enteras correteando por aquellos montes, buscando escorpiones y escolopendras, comiendo algarrobas, palmitos o acerolas, o deambulando camino del pueblo, para celebrar un nuevo domingo de libertad. Decir amigo es decir interminables charlas, es compartir canciones y cintas a casete. "Decir amigo es decir vino y guitarra", cantar a grito con las venas henchidas de libertad. Decir amigo es decir utopía, puños en alto, revolución. "Decir amigo me trae del barrio luz de domingo y deja en los labios gusto a mistela y a natillas con canela. Decir amigo es decir aula, laboratorio y bedel". Café, cartas y dados. Noches interminables, compartiendo ilusiones con cervezas, cerrando clubes, bares y tugurios y desayunando aguardientes y arroz de olla antes de dormir. Decir amigo es trabajar codo con codo, conseguir metas juntos, sonriendo y sintiendo el apoyo a la vez. "Decir amigo es decir lejos y antes fue decir adiós. Y ayer y siempre lo tuyo nuestro y lo mío de los dos. Decir amigo se me figura que decir amigo es decir ternura. Dios y mi canto saben a quién nombro tanto".
En quinto lugar, a mis alumnos
Han sido tantos y muchos tan buenos, que, aunque se me hayan borrado sus nombres, no sus caras, los sigo teniendo en mi corazón. Incluso, hay uno (si él lee esto se reconocerá) que todos los años en mi cumpleaños me regala un "felicidades maestro", que hace que se me hinche el corazón y se me salten las lágrimas.
Pero fundamentalmente quiero hacer una dedicación especial a mis actuales alumnos de primero de bachillerato, porque ellos son tan especiales, que me han robado el corazón. Por eso, he querido reengancharme con ellos y regalarles un año más de mi vida.
He escogido esta canción, aunque no sea acorde con su gusto musical, ya que escuchando una vez al maestro Paco Ibáñez, le oí decir, que "Me lo decía mi abuelito" era una canción que deberían conocer y saber los jóvenes (creo que lo repite en el vídeo)
Así que yo ni corto ni perezoso os dedico esta canción. Va por ti, por ti y por ti, va por vosotros.
"Me lo decía mi abuelito, me lo decía mi papá, me lo dijeron muchas veces y lo olvidaba muchas más.
Trabaja niño, no te pienses que sin dinero vivirás. Junta el esfuerzo y el ahorro ábrete paso, ya verás, como la vida te depara buenos momentos, te alzarás sobre los pobres y mezquinos que no han sabido descollar.
La vida es lucha despiadada nadie te ayuda, así, no más, y si tú solo no adelantas, te irán dejando atrás, atrás. ¡Anda muchacho dale duro! La tierra toda, el sol y el mar, son para aquellos que han sabido, sentarse sobre los demás".
Yo he procurado olvidar muchas más veces de las que me han contado estos cantos de sirena. Por eso, es también mi mensaje, y espero que también las olvidéis muchas más veces que yo.
Espero que seáis: vosotros mismos, que nadie os doblegue; tolerantes con los errores de los demás, intolerantes con cualquier abuso; amantes y cariñosos con los que os quieren, educados y respetuosos con todos; valientes, osados y atrevidos para saber, pero siempre prudentes en el hacer; generosos con los que menos tienen
Y a todas aquellas personas que me acompañado en mi vida, y de las que he aprendido multitud de cosas, gracias.
En fin, poco me queda ya por decir ahora que ya he llegado a los sesenta, que la vida me ha tratado como a un rey y realmente todo ha sido fácil para mi. Seguramente porque he tenido la suerte de estar muy bien acompañado. "Ca Plane Pour Moi"
1 comentario
Felicidades Arturo:
Me ha encantado la entrada que has elaborado para celebrar este cumpleaños tan especial, salpicada de canciones y de fotos.
Un abrazo
El insoportable sinsentido de lo gratuito » |