Have you ever seen the rain (1970)
Have you ever seen the rain Coming down on a sunny day?
Hoy ha llovido como si no hubiera ha habido mañana. Así que había que elegir una canción relacionada con la lluvia, y dejar la que tenía prevista para otra ocasión. No ha sido fácil, muchas de las canciones que se refieren a la lluvia desarrollan temas más o menos amorosos y hoy no estaba el día para temas de amor, yo me he mojado hasta lo inmojable (vaya mierda de goretex, pura publicidad falsa) y mi perro me miraba, como preguntándome ¿porque me has puesto el chubasquero en vez del bañador?, ¡tengo que ir nadando!
Así que había que escoger alguna canción, que diera cierta esperanza y que hablara de eso de que tras la tempestad viene la calma. ¡Eureka!, se me iluminó la mente, pue eso, una de aquellas canciones con las que aprendí a tocar la guitarra, Have you ever seen the rain, de mis queridos Creedence Clearwater Revival. Era La canción ideal, porque "Hace tiempo alguien me dijo, que tras la tormenta viene la calma, lo sé. Y así ha estado sucediendo, dicen que cuando termine (la tormenta) lloverá un día soleado, lo sé, caerán (los rayos) brillando como agua. Quiero saberlo, ¿alguna vez has visto la lluvia? Quiero saberlo, ¿alguna vez has visto la lluvia cayendo en un día soleado?
Una sencilla canción de mis tiempos de la laboral de Cheste, tiempos dorados de un muchacho que prácticamente se iniciaba en eso del rock. Los de la época la recordarán, el resto es probable que ni les suene, pero señoras y señores son los Creedence, una banda mítica, una banda de culto, y Have you ever seen the rain?
Cena recalentada (1984)
Hay futuro, pero también dolor
Hay una cierta idea de que los 80 o la época de la movida era una época de canciones alegres y divertidas. Y si bien es cierto en parte, no lo es del todo. Pese a la apertura que trajo la transición y el consiguiente "disfrute de la vida", alegría y desenfreno, no todo fue una visión idílica de las cosas. Hubo también su cara amarga, o dicho de otro modo una visión más negativa de la realidad.
Sus letras más o menos ácidas, eran una especie de golpe bajo a la sociedad, quizás por eso se denominaron así, Golpes Bajos.
Frente a lo idílico y divertido existía también la frustración, el dolor, la desesperanza. Frente a lo intrascendente, frente a la levedad del ser, estaba la profundidad metafísica del sentido de la existencia, frente a lo irreverente estaba la solemnidad de lo trágico. Y luego, para remate de fiesta la voz de Germán Coppini, que les daba a las canciones ese aire misterioso, entre mágico y luctuoso.
More Than a Feeling (1976)
Es miércoles, pero cuando escucho esa vieja canción que ellos suelen tocar, comienzo a soñar
Hoy es miércoles, y voy en mi coche de vuelta a mi casa. Los miércoles no son un buen día, empiezan bien, pero no terminan bien, prefiero los lunes, aunque son mejor los jueves. Hoy es miércoles y vuelvo cansado, no me gusta como he terminado el día, nunca me gusta como terminan los miércoles. Hoy es miércoles y conduzco absorto en no sé qué, hay un perro vagando por la carretera de circunvalación, es un galgo, parece perdido buscando a su amo, terminarán atropellándolo. Hoy es miércoles en Rock FM han cambiado de canción, reconozco ese inicio, esos arpegios, esa voz, es Boston y uno de sus clásicos More Than a Feeling. Es miércoles, comienzan a sonar los slides de la guitarra, esos riffs entrecortados de Scholz, el bajo de Fran marcando como siempre y la voz de Brad Delp ya está dando marcha al estribillo: "It's more than a feeling (more than a feeling) / When I hear that old song they used to play (more than a feeling). / I begin dreaming (more than a feeling)".
Es miércoles, está nublado, pero parece que luce el sol y hasta es probable que encuentre aparcamiento a la primera. Hoy es miércoles, y no tengo nada más que decir, solamente "it's more than a feeling".
Te recuerdo Amanda (1969)
¡Cuántas veces recordamos a Amanda y al pobre Manuel! En aquella época el mundo nos parecía más injusto que lo que nos parece hoy. Entonces éramos jóvenes, pero hoy el mundo sigue siendo injusto, al menos igual de injusto.
El otro cantar era el título de un cancionero, que me regalaron allá por el año 75, estando en la Universidad Laboral de Zamora. Este cancionero, editado por Ediciones Don Bosco, incluía un tipo de canciones diferentes a los temas populares, que se escuchaban en los diferentes medios, y que planteaban la necesidad de un cambio social y político, denunciando injusticias y mostrando el sin sentido de la sociedad de la época.
Existía pues otro cantar, cantares con los que me impliqué con la idea y la necesidad de transformar la sociedad. Así que, con mi guitarra colgada me iba a todas partes, como si fuera Víctor Jara, cantando canciones que hablaban de revolución, de derechos y libertades y de cosas por el estilo. También revolucionarias canciones de amor como Te recuerdo Amanda. Gran parte de la destreza que logré con la guitarra en esta época se lo debo a este tipo de canciones.
Poupée de cire, poupée de son (1965)
Cuando no hablaba francés, pero lo intentaba cantando
Hace mucho tiempo que no me retrotraía a mi infancia. Desde mi perspectiva actual, no puedo afirmar que escuché grandes composiciones, era lo que había, canciones joviales. intrascendentes, era lo propio de una época, en la que la economía empezaba a despegar y en la que parecía que todo iba bien, eran los maravillosos 60 (no tan maravillosos, aunque si lo fueron para mi).
Algunas de las canciones que recuerdo, provenían de los festivales clásicos. Poupée de cire, poupée de son de France Gall, que triunfó en el Festival de Eurovisión de 1965, es un ejemplo de ello. ¡A ver no todo va a ser puro rock!, eran canciones de la infancia, simples, sencillas, amables.
La canción, para un niño de siete años, no estaba mal, cumplía con el canon que acabo de citar. Era alegre, pegadiza y tierna. Evidentemente, por aquella época no entendía ni "j" de francés, así que yo la interpretaba a mi manera, y si no recuerdo mal, cantaba algo así como "Pupede si, pupede no".
Whatever You Want (1979)
Para bailar en un centro comercial o donde tú quieras
Si digo Status Quo digo boogie rock, digo sonido de telecaster y ritmos con un bajo tremendamente marcado y digo Whatever You Want. Y la verdad, es que me da igual dónde suene la canción, porque me pongo a bailar cuando la oigo. Es lo que me sucedió la mañana de este pasado sábado en el Corte Inglés, cuando Whatever You Want sonó por la megafonía del centro comercial. Aunque a bailar, baila, no me puse como un loco, solo unos pocos pasos, unos golpes de cadera y meneos de cadeza y poco más. Creo que ya tengo cubierto el cupo de grabaciones de bailes en el Corte Inglés, no sé qué tiene este centro comercial que me provoca el baile.
Creo que empecé a escuchar a Status Quo en la laboral de Zamora, probablemente con canciones como Down, Down, más tarde también recuerdo What You're Proposing. Los Status eran potentes, muy potentes, no he perdido la imagen de los tres guitarras (Rick Parfitt, Francis Rossi y Alan Lancaster) moviéndose a unísono. Al final, ya en 1979, Whatever You Want, la canción que ha quedado grabada en mi mente junto al nombre Status Quo.